Un hombre almuerza con un matrimonio amigo. El marido dice:
-Esto es una delicia, querida. Te ha quedado tan rico, amor mío. Ya le decía a nuestro amigo Felipe lo bien que cocinas, cielito.
Y la mujer le responde:
-Gracias Roberto, me alegra que te haya gustado. Con permiso, voy a traer el postre.
La mujer se levanta y se dirige a la cocina; entonces el amigo le dice al marido:
-Querida... Amor mío... Cielito... Me impresionas, Roberto. No recordaba que fueras tan cariñoso con tu mujer.
Y el marido le responde:
-Lo sé. ¿Puedes creer que hace cuatro años que olvidé el nombre de esta bruja?
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